La Fundación Miguel Lillo es una de las instituciones científicas más prestigiosas de América Latina. Custodia una colección de más de cinco millones de elementos geológicos y de flora y fauna de la región. Estos tesoros científicos representan una fuente invaluable de conocimiento y, al mismo tiempo, de inspiración, pues nos conectan con la esencia de la vida en sus casi infinitas posibilidades.

El meticuloso estudio de la materialidad de las colecciones a través de la microfotografía pone en evidencia que el ser humano es un elemento indisociable de la naturaleza. En última instancia, todos los elementos del universo estamos constituidos por los mismos átomos. Los detalles microscópicos del registro fotográfico convierten cada imagen en un eco del pasado, en un vínculo eterno con nuestros orígenes y con la materia que compone el universo.

El meticuloso proceso creativo de cada una de estas imágenes se desarrolló con suma delicadeza. Se valió de una cámara de alta precisión, equipada con lentes de microscopio, que desvelan magnitudes hasta entonces inexploradas. Cada obra emergió de la ejecución precisa de un riel automático que, micra a micra, capturó un total de trescientas microfotografías que, entrelazadas mediante un software de alta fidelidad, se forjaron 2 milímetros de estos singulares especímenes.